El famoso Katún de Acuario y la evolución del Ser Humano

Por Ariadna Flores Vitelli

21/12/2020

Mucho se ha escrito sobre la conjunción Júpiter-Saturno que se da hoy 21/12/2020 en el signo de Acuario, así que no estoy aquí para repetir la misma información.

En cambio, les voy a contar sobre la evolución del Ser Humano con el movimiento del Katún y lo que podríamos esperar de este cambio trascendental que tenemos por delante.

La conjunción Júpiter-Saturno es un evento que ocurre aproximadamente cada 20 años, repitiendo por unas 10 a 12 veces en el mismo elemento, recorriendo los cuatro elementos (Fuego, Tierra, Aire y Agua) en un periodo de unos 820 años.

La conjunción se da en sentido contrario al zodiaco, pero el avance es en el sentido del zodiaco. Es decir, suponiendo que tomamos como punto inicial a Aries (fuego), las siguientes conjunciones ocurrirán en Sagitario y Leo para volver a Aries, unas 10-12 veces hasta entrar en Tauro (tierra). De allí comenzará una secuencia de Capricornio-Virgo-Tauro otras 10-12 veces hasta entrar en Géminis (aire). Para continuar con la secuencia Acuario-Libra-Géminis hasta entrar en Cáncer (agua). Luego sigue la combinación Piscis-Escorpio-Cáncer, hasta llegar a Leo, otra vez un signo de fuego. Gráficamente, se forma un hermoso mandala.

Estas repeticiones no son perfectas, por lo cual, dentro de un mismo elemento, de pronto hay un salto y ocurre una conjunción “anómala”, en el elemento anterior o en el siguiente.

La importancia de los ciclos del Katún es que, mientras se recorre un mismo elemento o triplicidad, un paradigma prevalece sobre la humanidad. Cuando cambia la triplicidad, cambian también los paradigmas.

Si revisamos los últimos tres elementos recorridos, podemos ver cómo el Ser Humano evolucionó desde la época de la inquisición y la división del cristianismo en católicos y protestantes (1424-1644, elemento agua), pasando por la época de los pioneros-exploradores-conquistadores (1663-1822, elemento fuego), hasta llegar a la época de la dominación del mundo material y los recursos económicos (1842-2020, elemento tierra). Durante el periodo de agua, las guerras fueron por motivos religiosos. En el de fuego, las guerras fueron por la expansión de territorios y fronteras, fue la época de la conquista y colonización de América. En el periodo de tierra, las guerras fueron por el control de los territorios y los recursos naturales, fue la época de las guerras de independencia, el poder del dinero, el culto al consumo y la acumulación de objetos.

Ahora inicia un periodo de aire, con la llegada del Katún al signo de Acuario, con la preponderancia de esta triplicidad por los próximos 200 años. El aire tiene que ver con la socialización, la comunicación, la información, la mente y las relaciones como foco primordial.

¿Qué podríamos esperar del cambio de paradigmas? Para responder esto, tendríamos que ver qué ocurrió en los anteriores periodos de aire.

La última vez que el Katún se dio en Acuario fue en enero del 1405, hace casi 616 años y ocurrió como parte de las repeticiones del elemento aire que abarcó desde 1186 hasta 1405, entrando al elemento por el signo de Libra. Fue el tiempo en que Europa occidental se enriqueció con los tesoros traídos de Constantinopla y muere definitivamente el imperio bizantino. Estamos en plena edad media y los juicios por herejía llevados a cabo por la Inquisición. Durante ese periodo, la conjunción repitió en Acuario cada 60 años, en 1345, 1286 y 1226. El resto de las repeticiones se dio mayormente en Libra y Géminis. Un periodo cuyo ingreso fue marcado por Libra, pero no fue precisamente de justicia, sino de imposición de un criterio, con el rechazo total (hasta la muerte) de quien no pensaba igual.

Antes de eso, hubo un par de Katunes en Acuario, en enero del 670 y abril del 610, con saltos de 60 años, formando parte de un ciclo de agua, pues entre estos saltos no hubo repeticiones en aire.

Más atrás, vemos de nuevo las conjunciones Júpiter-Saturno repetirse en otro periodo de aire, entrando por Géminis (signo dual), que abarca desde el 392 al 551. Es el tiempo en el que se separa definitivamente el imperio romano: la brecha Occidente-Oriente era demasiado profunda, dos mundos con ideologías distintas, dos imperios. El imperio bizantino alcanzará mayor preponderancia. Imperio que “casualmente” muere en el siguiente periodo de aire, como ya se describió. Es curioso que en un signo dual, el impero romano se divide en dos.

Retrocediendo aún más, vemos otra vez el Katún en Acuario pero como saltos “anómalos” dentro de periodos de tierra o agua, en los años 392, 332 y -185.

Llegamos así a las repeticiones del elemento aire, entrando por Acuario tal como está ocurriendo ahora, en un periodo que abarca aproximadamente desde el -423 hasta el -185. Es decir, han transcurrido 2443 años desde que una triplicidad de aire inició con Acuario. Coincide con la época de Alejandro Magno, considerado uno de los grandes genios de la humanidad. Alejandro conquistaba y organizaba el imperio sin destruir las bases de las instituciones locales. Su imperio no fue como el persa, una monarquía centralizada, sino una Federación de Estados (Macedonia, Grecia, Persia, Egipto, India), unidos por un mando común (Alejandro Magno). Toda su política estuvo orientada a crear lazos directos entre las partes componentes de su imperio, haciendo desaparecer los sentimientos nacionales. Favorecía la unión de razas. El vasto terreno conquistado por él dio frutos por siglos, a pesar de los vaivenes, hasta que el imperio árabe barrió con su recuerdo. Más tarde, en este periodo de Aire, el imperio griego va cediendo para dar paso al romano. En Roma se desarrollan leyes para el reparto de las tierras de manera que aprovechara más a los plebeyos y se redujeran las deudas para que no fueran tan penosas. La plebe tuvo acceso al poder. Es un progreso democrático. Roma acepta extranjeros y el poder de los patricios se va reduciendo hasta el punto de eliminar la esclavitud por deudas. Es decir, fue notable el permitir la libertad, el respeto por las diferencias pero buscando mayor igualdad.

Ahora, a partir del 21/12/2020, es probable que esto repita, aunque con una humanidad más evolucionada luego de una vuelta completa al zodiaco. Muchos pronostican la caída del imperio americano y el dominio de los chinos, aunque hay una gran migración musulmana que podría imponerse. Esperemos que con respeto y libertad, luego de superar la gran polarización que se vive actualmente entre izquierdas y derechas. En materia de política y religión, la tendencia ahora es a la falta de tolerancia, contraria al espíritu acuariano. ¿Lograremos superarla?

Si aprendimos algo en 2400 años, deberíamos vivir los principios acuarianos de libertad, igualdad, fraternidad. Igualdad de derechos sin importar raza o creencia, igualdad de oportunidades para la alimentación, la educación y la salud, superando las brechas económicas actuales, eliminando la pobreza. Una gran mezcla de la humanidad, circulando sin barreras, sin fronteras, con total libertad.

Y, sin embargo, el ingreso a Acuario ha sido todo lo contrario: cierre de los cielos y fronteras, aislamiento, distanciamiento. Es el lado oscuro del signo: el desapego, el rechazo al contacto físico y las caricias, hacer todo de manera virtual.

Acuario es el signo de los grupos pero al mismo tiempo el de diferenciarse del rebaño. Es complicado entenderlo: todos tenemos igualdad de derechos y merecemos igualdad de oportunidades, pero no somos iguales.

Hemos entrado a Acuario por una crisis inimaginable que nos cambió drásticamente los paradigmas: ahora todo es tecnología. En teoría esto abre el mundo para todos. Pero la realidad es que, quienes tienen menos recursos no tienen acceso a esta apertura, marcando aún más las brechas entre países y en la población. He allí el reto: superar estas brechas.

Acuario es “Yo sé”. El nuevo paradigma será el conocimiento. Las guerras ahora serán por el control de la información. ¿Quién será el Alejandro Magno del S.XXI y de los próximos 200 años?

Hay mucho optimismo por este Katún de Acuario. Veo a muchos escribiendo sobre las maravillas del signo. Pero yo diría que tenemos que ir con pie de plomo (por cierto, el plomo es el elemento de Saturno, regente antiguo de Acuario, el que manda en esta conjunción). No es de extrañar que, antes de disfrutar de las maravillas de Acuario, tengamos que pasar por el parto de la transición: límites, censura, intolerancia de pensamientos. Al mismo tiempo, no estará nada mal poner orden en el caos de la desinformación que recorre el internet, para que prevalezca el derecho a la información veraz. Superadas las trabas y mentiras, el Ser Humano podrá proseguir su evolución a través del intercambio, el conocimiento, las actividades enfocadas en el bien común.

Otro tema muy acuariano es la Ecología. Tenemos por delante el reto de la descontaminación y el respeto por los otros seres vivos. Atrás quedará la explotación enloquecida de los recursos naturales. Y atrás quedará también el deseo de acumular bienes. Ahora, hay que acumular el saber.

Así las cosas, estamos siendo protagonistas de la transición. No sólo estamos viendo en el cielo un evento que se observa solo cada 20 años, sino que estamos viviendo el cambio de triplicidad, que ocurre cada 200 años. Somos privilegiados. Está en nuestras manos construir un mejor futuro.

Esta noche, apenas se oculte el Sol, mira el cielo hacia el oeste. Por unas dos horas podrás disfrutar del espectáculo, pues luego la conjunción también se ocultará. Ojalá no tape la visibilidad algún edificio o montaña, y ojalá el cielo esté despejado. Y arriba, en el cenit, observarás a la Luna en cuarto creciente, lo cual también es muy significativo. Estamos creciendo.

!Bienvenido el Katún de Acuario!